Rankmi septiembre, 28 2019 7 min de lectura

Gestión del desempeño desde cero

Hace un poco más de 10 años que estamos escuchando el término gestión de desempeño, relacionado a un mejoramiento de los sistemas comunicativos de las empresas y a una evolución en la forma de entender el manejo de los recursos humanos y las comunicaciones internas.

Para entender de qué estamos hablando, es necesario entender que se trata de un proceso continuo, es decir, está en permanente cambio y renovación, y se da entre los líderes y los colaboradores a fin de lograr los objetivos estratégicos de la compañía. Es la base para que crezca el desempeño y compromiso de los empleados en las organizaciones que desean potenciar al máximo las capacidades de su gente y acompañarlos en su éxito laboral y desarrollo profesional.

 

El proceso en un sentido tradicional tiene componentes orales y escritos (retroalimentaciones y reportes) que ocurren una o dos veces al año y que culminan con una evaluación final una vez terminado el año.

 

Para que este proceso sea efectivo, es necesario definir claramente cuáles son las competencias, conductas y/o valores que se les medirán en la “evaluación de competencias” Este paso es fundamental ya que mientras más clara y comprensible sea la competencia mejor será la calidad del dato obtenido. 

 

Además, siempre que la cultura esté preparada, se deben levantar o establecer objetivos por parte de las gerencias o colaboradores. 

 

En general al comenzar desde cero es muy importante realizar los procesos de manera muy didáctica para así poder ir permeando en la organización una cultura de evaluación. Esto quiere decir que siempre se debe empezar simple para luego ir mejorando, complejizando o haciendo más continuo. No es una buena idea comenzar con un proceso muy ambicioso y complejo que posteriormente hay que simplificar, esto puede ser leído como un fracaso. 

 

Pero, ¿qué debes hacer si quieres utilizar un modelo de gestión de desempeño en tu empresa? Aquí te contamos en tres pasos cómo debes comenzar a implementarlo.

1.- Planificación

Estar preparados es fundamental. El primer paso es plantearse cuál es el objetivo de la evaluación del desempeño en tu empresa, esta será tu carta de navegación, no hay que olvidar que la evaluación de desempeño debe tener objetivos alineados con la estrategia del negocio y apalancar su cumplimiento. En este paso es fundamental involucrar al management.

2.- Desarrollar un  buen modelo de competencias y conductas que sean mediblebles y capaces de predecir el cumplimiento de objetivos. 

El propósito central de este paso es el de entregar retroalimentación periódica sobre el

rendimiento y, al mismo tiempo, da las directrices y apoyo necesario para que los colaboradores puedan modificar su desempeño si es que fuera necesario. Cada colaborador es diferente al otro; pueden tener distintas tareas, tener otras competencias y necesitar apoyo en ciertas áreas. Por lo tanto, la gerencia debe conocer las distintas necesidades de sus colaboradores y entrenarlos a fin de sus necesidades personales.

 

Este paso es extremadamente importante para empoderar a los colaboradores, mantener y fomentar el diálogo, lo que al corto y mediano plazo se traducirá en un aumento en el nivel de compromiso de los trabajadores con la empresa.

3.- Levantamiento de KPI, objetivos (generales - específicos)

La idea fundamental de este momento es elaborar nuevas planificaciones, claras y medibles, las que representarán el inicio de un nuevo proceso. Hay que tener presente que todos los modelos de gestión de desempeño están enfocados en la retroalimentación in situ, más que en evaluaciones anuales, las que impiden a los colaboradores rectificar su rendimiento y tomar medidas para mejorarlo.

 

Como podemos ver, implementar un sistema de gestión del desempeño es igual a implementar cualquier otro proceso (planificar, desarrollar y evaluar). Lo importante es que nunca se pierda de vista la conexión que tiene que existir entre el colaborador y los objetivos de la empresa. Por esto, lo líderes deben, permanentemente, hacer evidente la importancia del trabajo individual para lograr el éxito colectivo.

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